Hacer caso omiso de los problemas no hace que estos desaparezcan. Muchas parejas no quieren hacer frente a sus problemas, ya que les puede provocar ansiedad al encararlos. Sin embargo, cuando no se abordan los problemas, estos tienden a empeorar y se torna más difícil de resolver.
Algunos de estos factores que no se pueden cambiar después de casados:
- Tener padres que están divorciados
- Vivir juntos antes de casarse
- Casarse muy joven
- Problemas financieros
- Haber estado divorciados
- Tener hijos de relaciones anteriores
- Noviazgo corto
- Diferentes creencias religiosas
Es importante evaluar su relación para determinar qué áreas son motivo de preocupación.
Una vez que reconozca qué puede cambiar, es importante desarrollar un plan. ¿Cómo pueden usted y su cónyuge trabajar para abordar estos temas? ¿Son capaces de hablar sobre estos problemas ?
Existen diferentes maneras en que una pareja puede trabajar en su relación.
La terapia de pareja puede ser útil para aquellos que luchan con la superación de los conflictos y la terapia individual también puede ser de utilidad cuando uno de los dos se niega a hacer cambios positivos para bien de la relación.