25 may 2015

No es saludable competir con su pareja

Hay parejas que empiezan a parecerse dos hermanos peleándose y compitiendo entre ellos en lugar de formar una sociedad amorosa. Aunque la competencia puede ser saludable en otras áreas de su vida, en el matrimonio, lo mejor es que trabajen juntos como un equipo sin competir uno contra el otro. La competencia en el matrimonio se da de muchas formas.

A veces los padres compiten para ver quién puede ser mejor padre. A un esposo puede no gustarle que su esposa se ​​queda en casa con los niños todo el día y ella tenga más tiempo para estar con ellos. Cuando los padres compiten sobre temas de crianza esto puede llegar a ser poco saludable, pues centran su atención en tratar de ganarse el afecto de sus hijos en lugar de ser padres en conjunto. Cuando una persona quiere superar al otro por lo general trata de poner a la otra persona en vergüenza. Por ejemplo, si el marido dice a sus amigos: "He ganado un gran bono este año", y su esposa dice: "El mío fue el doble de grande", está claro que quiere eclipsar los logros de su marido. Es importante permitirle a su cónyuge tomar el centro de atención a veces. Esto significa que se muerda la lengua de vez en cuando y alabe a su esposo por sus logros. Es importante tomar nota de si hay alguna competencia dentro del matrimonio.

Trate de entender algunas de las razones subyacentes para ello. ¿Está usted inseguro acerca de algo?, ¿Está celoso?, ¿O simplemente es competitivo por naturaleza y, a veces pierde la pista de que debe trabajar en equipo?. Si nota que su cónyuge es competitivo, también es importante dedicar un poco de tiempo a reflexionar sobre esto, preguntarse: ¿Sospecho que mi cónyuge se siente inseguro?, ¿Le estoy dando suficiente crédito por lo que hace?. Si no son capaces de trabajar juntos, es adecuado buscar ayuda profesional.